... SL 43 Aielo de Rugat

Cuando de pequeña me preguntaban que quería ser de mayor, una de las prefrencias que perduró durante mucho tiempo, fue el de guarda forestal. No sé de dónde me vino esa afición, ya que me crié en una zona totalmente plana. Las montañas eran algo lejano, casi de leyenda. Cuando con 17 años me mudé a vivir a La Safor, pude por fin, disfrutar de ese amor que había nacido tanto tiempo atrás. Cuando voy a la montaña, siento que estoy “en mi lugar”. Los olores, los sonidos, me ayudan a encontrar la paz y tranquilidad que tan a menudo perdemos en la ciudad. El tiempo y el espacio adquieren nuevas dimensiones, los problemas resultan lejanos, distantes.
Y creo que es importante enseñar a nuestros hijos a disfrutar y a respetar la montaña. Si bien a veces ha costado “arrastrarlos” hasta ella, comienza a ser una costumbre familiar salir de excursión, armados con nuestros bocadillos (y una bolsa para llevarnos toda nuestra basura), y en cuanto se presenta la ocasión, seleccionamos nuestra ruta, y allá vamos.
Si queréis salir de ruta por la montaña con niños, hay que seguir algunos consejos:
  • Llevar comida
  • Llevar agua abundante. Puede faltar comida, pero jamás agua.
  • Llevar calzado cómodo y que proteja los tobillos de torceduras, y ropa adecuada para la estación correspondiente
  • Salir de buena mañana, nunca dejar que se nos haga de noche por el camino (a menos que controlemos perfectamente la ruta y los niños)
  • Planificar la ruta y descansos, teniendo en cuenta la dificultad de la misma, la edad de los niños y su experiencia en la montaña.
  • Ir al ritmo del más lento, no del más rápido.
  • Llevar un pequeño botiquín de primeros auxilios.
  • Llevar teléfonos móviles (cargados) por su hubiera alguna emergencia (con los números de emergencias memorizados), y dejar dicho a familiares o amigos que camino haremos, y a que hora tenemos previsto volver, cuántas personas vamos y un número de teléfono por si acaso.
  • Siempre caminar en grupo. No dejar que nadie se vaya solo. Separarse sólo en caso de emergencia. La marcha la deben abrir y cerrar un adulto.
  • Estudiar previamente la ruta: hacerse con mapas, conocer el desnivel, la longitud, el tiempo estimado, los cruces que encontraremos. Aprender las señales de los senderos de montaña.
  • Nunca, nunca, nunca, y repito, NUNCA, salir por la montaña cuando hay riesgo de preemergencia en la zona (consultar aquí), ya sea por vientos, tormenta o incendios.
  • Aprenderse unas cuantas canciones para entretenerles por el camino
  • Mucho sentido común
En Octubre, hicimos dos familias el SL 43 (Sendero Local) de Aielo de Rugat Además de pasar un momento estupendo, encontramos a lo largo de nuestro recorrido, gran cantidad de setas, y madroños. Por tanto es un sendero que recomiendo hacer en Otoño.
Si no tenéis idea de que ruta hacer, o creéis que ya las habéis hecho todas, podéis consultar la página webde la Conselleria de Medioambiente o el magnífico libro de “A un tir de pedra”. ¡No las acabareis todas¡


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